Go to Top

La alimentación del pastor


¿Sabéis en qué está basada la alimentación del pastor? Tienen una gastronomía reducida pero totalmente autóctona.

Como base principal de su alimentación se podría considerar el cordero. Y por otra parte, los cereales, principalmente el trigo con el que elaboraban el pan de su día a día.

Uno de los platos más típicos, por no decir el que más, es la caldereta de cordero. La forma más sencilla de cocinarla es a la manera antigua: utilizando carne de ovino, a la que se añadían varios condimentos que eran fáciles de transportar por los pastores: ajo, aceite, sal, laurel, y regado con agua.

Caldera de cordero

Caldera de cordero

Otro alimento típico era la cecina derivada de la oveja. Para poder llevar a cabo la salazón de la carne de oveja, cabra, burro, ternera… tenía que ser un animal «gordo y bueno». Hay que ser un deshuesador habilidoso puesto que es necesario que la pieza quede entera. Tras ello se retira el sebo de los riñones y se rocía la carne con sal. Tras la salazón se enrolla la carne de tal forma que la sal cubra todo el trozo y veinticuatro horas más tarde se procede a limpiar y colgar para que la carne quede seca.

Cecina

Cecina

La cecina no sólo es exclusiva de la alimentación del pastor, sino que también se utilizaba en las viviendas para poder elaborar suculentos cocidos, añadiendo además patatas, col, huesos de jamón, chorizo, tocino…

Otro de los platos más típicos del pastor son las sopas y las migas.

Para elaborar las sopas se utilizaba pan seco, aceite, jamón, agua y sal. El proceso de elaboración comienza poniendo en la sartén un poco de aceite o manteca y echando los ajos al gusto (bien rehogados con tocino y jamón picado). El pan echado a la sopa se freía en la sartén hasta que absorbía la grasa, se añadía agua en abundancia y se hervía hasta que las sopas quedarán secas, de tal forma que se creaba una masa con reducción que se comía bien caliente para reponer fuerzas.

Sopas

Sopa de ajo

Para cocinar migas, se cortaba el pan en hojas muy finas, de vez en cuando se rozaba con el fuego el sebo y el tocino en trozos para irlo deshaciendo. Se añadía bien de aceite y se rehogaba. Tras esto, se añadían ya las migas y se revolvía todo bien. Al empaparse todo de grasa se añadía agua y se removía con cuidado. Se suavizaban con aceite en crudo y ya estaba listo para comer.

Migas

Migas

Con la alimentación del pastor os queríamos acercar un poco más a una vida de amor y sacrificio que tienen los pastores por sus animales, una vida con tradición y llena de respeto por la naturaleza.

, , , , , , , , , , ,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Seguimos cuidando de nuestros ganaderos. Compra quesos elaborados con la leche de sus ovejas. Te los llevamos a casa.COMPRAR